El ejercicio físico puede tener varios beneficios para prevenir el Alzheimer. Aunque no hay una forma garantizada de prevenir la enfermedad, hay evidencia que sugiere que adoptar un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular, puede reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer. Aquí están algunos beneficios clave del ejercicio físico en relación a la prevención del Alzheimer:

  1. Mejora de la función cognitiva: El ejercicio físico regular se ha asociado con una mejora en la función cognitiva, incluyendo la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento. Esto puede ayudar a mantener la salud del cerebro y reducir el riesgo de problemas cognitivos asociados con el envejecimiento y el Alzheimer.
  2. Reducción del riesgo cardiovascular: El ejercicio físico regular puede ayudar a mantener la salud cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades como la hipertensión, la diabetes y la enfermedad cardiovascular. Se ha encontrado una relación entre la salud cardiovascular y un menor riesgo de desarrollar Alzheimer.
  3. Reducción de la inflamación y el estrés oxidativo: El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cuerpo, que se cree que desempeñan un papel en el desarrollo y progresión del Alzheimer.
  4. Estimulación neuronal: El ejercicio físico promueve la formación de nuevas conexiones neuronales y puede ayudar a mantener la plasticidad cerebral. Esto puede ser beneficioso para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo asociado con el Alzheimer.

 

¿Por qué las personas con Alzheimer debería trabajar el equilibrio?

Las personas con Alzheimer pueden beneficiarse al trabajar el equilibrio a través del entrenamiento de fuerza por varias razones:

  1. Mejora de la estabilidad: El entrenamiento de fuerza que se enfoca en los músculos del CORE y las piernas puede ayudar a mejorar la estabilidad y el equilibrio. Esto es importante para prevenir caídas y lesiones, que son comunes en personas con Alzheimer debido a los cambios en la marcha y la disminución de la función cognitiva.

  2. Fortalecimiento de los músculos responsables del equilibrio: Al realizar ejercicios de fuerza que implican movimientos de equilibrio, como estar de pie en una sola pierna o hacer estocadas, se fortalecen los músculos que son clave para mantener el equilibrio. Esto puede ayudar a mejorar la postura y la capacidad para realizar actividades diarias de manera segura.

  3. Estimulación cognitiva: El entrenamiento de fuerza que involucra ejercicios de equilibrio también puede tener beneficios cognitivos. La necesidad de concentrarse en mantener el equilibrio y coordinar los movimientos puede estimular el cerebro y promover la función cognitiva en personas con Alzheimer.

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